
RESTAURACIÓN DEL EDIFICIO
El Doctor Arquitecto Francisco Pérez de Salazar junto con un grupo de expertos, incluido el Instituto Nacional de Antropología e Historia, fueron los encargados de la intervención y la transformación arquitectónica de esta magna obra para dotar a la antigua hospedería de las instalaciones adecuadas para desempeñarse como museo y centro cultural.
Una vez que se tomó la decisión de recuperar el antiguo esplendor del edificio para adecuarlo a su nuevo uso como museo y centro cultural, los trabajos de restauración avanzaron de la mano de tareas de exploración arqueológica, con hallazgos arquitectónicos como los vestigios del sistema de cimentación de la estructura compuesto por estacas de cedro colocadas al tresbolillo (en hileras paralelas que asemejan triángulos equiláteros), así como múltiples rellenos de tierra en pisos y muros que dan testimonio de los esfuerzos prehispánicos y virreinales que se hicieron para ganarle terreno al lago. De igual forma, se encontraron cerca de trescientas piezas menores, como monedas, huesos de animales, enseres semidestruidos de cerámica, entre otros materiales. Uno de los retos a sortear fue la recuperación de los elementos originales del inmueble que aún quedaban en el interior, modificado a lo largo de los siglos por los diferentes usos que se le adjudicaron. Las últimas adecuaciones se llevaron a cabo para convertir el recinto en el Hotel de Cortés, ampliamente conocido por nacionales y extranjeros desde mediados del siglo XX.
En la restauración del exterior, el proyecto tuvo como finalidad devolver el original esplendor a la fachada principal del antiguo edificio, así como dignificar la apariencia del muro, que desde tiempo atrás había quedado “desnudo”, debido a las mutilaciones que sufrió el inmueble de la hospedería, primero con motivo de las obras de prolongación del Paseo de la Reforma hacia Tlatelolco y después por un recorte en la esquina con avenida Hidalgo por la construcción de la estación del Metro.
Las instalaciones del piso alto del hotel fueron convertidas en las salas del museo y adecuadas para recibir exposiciones de diversa índole. El proyecto se completó con la creación de nuevos espacios como tienda, restaurante, café, auditorio, entre otros con la finalidad de ofrecer una experiencia completa al visitante del museo.